“Hace
mucho tiempo que me planteo la misma cuestión, o más
bien, que tras la reflexión necesaria que produce cada
escapada a la montaña, siempre me he preguntado sobre aquellas
variables que influyen en que uno tome la decisión de no
seguir avanzando hacia el objetivo previamente establecido, que puede
ser una ruta, una ascensión, una escalada...”
En
concreto me interesa ahondar en qué es lo que sucede para que
a veces veamos en la renuncia del objetivo, la salida del problema.
También hay que entender que esa renuncia, es la mejor salida
al problema en la mayoría de las ocasiones...pero, ¿qué
nos lleva hasta ella?
Siempre
he intuído que el miedo es un buen compañero;
lo he entendido como una alarma cuando las cosas no pintan bien; de
hecho en dosis adecuadas resulta imprescindible para que uno sea
consciente siempre de lo que se trae entre manos.
Mike
Tyson decía: “El miedo es como el fuego, puede quemarte o
cocinar para ti”
Habitualmente
me cuestiono cómo saber si estás preparado antes de
acometer una acción( ascensión a una montaña)
que se presenta como un problema y que percibimos con nuestro
inseparable amigo: el miedo. Siempre he creído hacer todo
dando una respuesta consciente y meditada, sometida a las
circunstancias del entorno y teniendo en cuenta las variables
objetivas como pilar en mi toma de decisiones. Alguna vez me he
sentido extraño tras realizar alguna respuesta, como si
inicialmente no estuviera preparado para darla. “Deduzco
que será el análisis de esa situación, la
responsable de hacerme crecer en la toma de decisiones bajo el
ineludible paraguas del miedo.”
Antes de realizar esta
entrada quise entrevistar a “Chato y Caco” con los que estuve el
pasado verano en los Alpes subiendo el Mont Blanc. Pero primero
expondré lo que yo viví...(aparte de lo relatado en el
post “Chamonix to Sky day 8”)
“Yo particularmente
sentí miedo al enfrentarme a la decisión que suponía
el tener que tomar una decisión. Es paradójico, pero es
así de cierto. Además también sentí miedo
cuando Chato se retiró; tampoco sabía lo que habría
detrás pero seguimos avanzando y ese miedo me pareció
más controlable y también en el descenso del Gouter,
pero más bien fue por Chato que sabía no estaba en su
mejor zona tuve esa sensación en algún instante. En el
incidente que tuvimos Caco y yo también burbujeaba el miedo.
En mi caso cuando sentía miedo, me acordaba de mis seres
queridos al tiempo que me tensionaba intentando dar un análisis
lógico a la situación que estaba viviendo en ese
preciso momento...”
Caco
me responde que también sintió miedo en diferentes
momentos; cito
textualmente:“ justo en el momento en que
caímos en barrena por la pared aquella de hielo, más
bien por la incertidumbre del momento y de que nos pudiésemos
lastimar con los crampones. También en la bajada del Gouter al
Tete Rousse, pero más bien por Chato; al ser tan larga y
resbaladiza temí un poco por él. En ningún
momento creo recordar que pensé en la familia; siempre tuve la
sensación de que estaba haciendo algo que ya hemos repetido
anteriormente y lo comparo con el riesgo de conducir un coche.”
Al
preguntarle a Chato si sintió miedo en algún momento me
responde “que en el sitio que se retiró, que fue en la
Gran Bossé (4520msnm); y cuando le pregunto los motivos de la
retirada me alude a un mix de circunstancias tales como falta de
técnica, nivel físico, poner en peligro a la
cordada...”Estos motivos hicieron a Chato darse la vuelta,
es decir, en definitiva, no se veía preparado...pero yo creo
que Chato estaba igual de preparado que nosotros, quizá la
clave sea que no estaba habituado a trabajar las herramientas en el
control de las emociones, pero tenía la misma ilusión,
las mismas ganas, su físico era igual o mejor que el nuestro y
sin embargo decidió de forma muy acertada retirarse para no
ponerse en peligro , ni ponernos a nosotros ( GRANDE
CHATO)
¿Pero
cuando sabemos si lo estamos? ¿Hay alguna señal que nos
indique que estamos preparados?
En esta entrada abordamos
un tema fundamental en el control y gestión de las emociones,
un tema tan de moda en la montaña
últimamente...particularmente me he centrado en el miedo para
explicar los comportamientos que a veces tienen lugar en nuestro
incomparable marco, la montaña.
PRELIMINARES
Existe una estrecha
relación entre el miedo, la ansiedad y la angustia, y muchos
psicólogos han establecido esta clasificación:
1. El
miedo
es el sentimiento que
se origina ante la percepción de un peligro
presente e identificado.
2. La
ansiedad es la sensación
de una amenaza relacionada
con un objeto conocido pero localizado
en el futuro.
3. La
angustia es la sensación
de amenaza relacionada
con un objeto
indeterminado, desconocido.
El miedo, entonces, es una reacción
ante situaciones amenazadoras o que causan inseguridad, en las que el
ser humano teme perder el control sobre su entorno y en ocasiones,
sobre sí mismo.
Mientras que la tristeza y la
indignación son emociones
sociales, el miedo suele ser un
producto de la soledad
pero...
¿QUÉ
NOS OCURRE CUANDO NOS ENTRA MIEDO?
Contamos con defensas naturales que
se ponen en funcionamiento al detectar este sentimiento. Las
emociones de miedo sirven para preparar al cuerpo para la fuga, la
inmovilidad y el ataque. Los procesos neuronales en el sistema
límbico provocan una excitación simpática y con
ello una secreción de adrenalina. Se desencadena una reacción
de estrés durante la cual el corazón late con mayor
rapidez, el nivel de azúcar en sangre aumenta y las pupilas se
dilatan. Toda la atención se centra en el peligro a que nos
enfrentamos. Por lo que deducimos que el miedo
provoca un mecanismo de retroalimentación negativa como la
insulina que genera el páncreas, es decir, a partir de unos
niveles de excitación generamos unas hormonas que acuden a
solucionar el problema.
ESTRATEGIAS
CONTRA EL MIEDO
Dos posibilidades de superar el
miedo: ACTUAR PARA
ELIMINAR LA AMENAZA O INTENTAR TRANQUILIZARSE.
Se denomina la acción
como superación ‘instrumental’ y el
control de las emociones como
superación ‘orientada a las emociones’.
SUPERACIÓN
INSTRUMENTAL: PELIGRO
RECONOCIDO, PELIGRO SUPERADO. Como
cualquier emoción, también el miedo tiene un lado
positivo. El miedo es un indicador de que algo no va bien. Debe
incitarnos a cuestionarnos una determinada situación. “Una
metáfora sería cuando estamos en un sitio comprometido
de escalar y reconocemos en la cuerda que llevamos una ayuda para
superar dicho problema. Otra más simple sería cuando
nos compramos un coche y exigimos que tenga airbag ( hemos reconocido
el peligro y lo hemos dotado de una solución)...”
SUPERACIÓN
ORIENTADA A LAS EMOCIONES MEDIANTE UNA NUEVA VALORACIÓN:
Las emociones de miedo
pueden superarse
dando una interpretación más positiva a la situación
que se vive como amenazadora.
Detrás de esto está la idea de que un acontecimiento
sólo desencadena una reacción de estrés cuando
es interpretado como una amenaza. Lo desconocido, lo que nos causa
inseguridad y lo nuevo no son características absolutas, sino
que cada persona las percibe con una intensidad diferente.
Por lo tanto, cuando se consigue
relativizar una aparente amenaza, desaparece la causa del estrés.
Cuanto antes puede amortiguarse la oleada de miedo de forma racional,
mejor funciona esta estrategia.
En este sentido “Juan Pablo
Venero Valenzuela (amigo y compañero de trabajo)opina
en su blog disfrutooutdoor.blogspot.es sobre alternativas que se
pueden dar en esta fase. El autor defiende el humor en estas
situaciones, y aunque sea duro el humor negro. Las situaciones de
estrés extremo reducen nuestras capacidades intelectuales. Por
tanto tenemos que forzar el buen humor, el chiste amargo sobre mi
propia situación.”
Propone una serie de Clown
/consejos / breves:
- Ten miedo, nos hace humildes.
- Sométete a situaciones de riesgo controlado para conocerte.
- Haz gracietas de humor negro sobre el peligro que tengas delante.
- Los estados de ánimo son contagiosos. Prefiere siempre contagiar humor a desesperanza.
- Lleva de compañero de aventura sólo a aquel a quién comprarías un coche de segunda mano.*Nota: Estos consejos vienen de un alpinista que sufrió una avalancha en el Karakorum y tuvo lesiones de importancia a muchos días de asistencia sanitaria, perdido en la nada pakistaní. Por lo que es obvio que algo de esto sabe...
REFRÁN
: AL MAL TIEMPO, BUENA CARA.( ver post Lección 1:Batallar
hasta el final)
SUPERACIÓN
ORIENTADA A LAS EMOCIONES MEDIANTE LA DESENSIBILIZACIÓN:
Una alternativa mejor es
aprender a vivir
con el estado de excitación del miedo.
Esto presupone enfrentarse
a las propias emociones de miedo,
hacer
un repaso mental de las situaciones de miedo y finalmente exponerse
de forma consciente y sistemática a los estímulos de
miedo, tolerarlos y
observarlos con frialdad. A medida que esto se consigue, una
y otra vez, el
miedo va cediendo: la
persona se desensibiliza. Con
el tiempo crece la confianza en la propia capacidad para manejarse
con el miedo y poder enfrentarse a él de forma efectiva.
METÁFORA
DEL COCHE
Para entenderlo veamos una metáfora:
El miedo es como la
luz que se enciende en el coche, por ejemplo, cuando hay poco
combustible en el depósito. Todos sabemos que el problema no
es la luz roja, sino que esa luz es un aliado extraordinario que nos
informa que hay poco combustible y necesitamos resolver ese problema.
Por lo tanto, si hemos aprendido a
aprovechar esa señal, cuando la
luz roja se enciende, agradecemos la información que nos
brinda y tratamos de resolver la situación que nos muestra:
detenemos el coche en la primera estación y cargamos.
Aprovechamos la luz roja; no la acusamos ni la destruimos ni la
convertimos en el problema, sino
que la utilizamos para resolver el problema.
Imaginemos que alguien dijera cuando se enciende la luz:
‘Estoy harto de esta luz roja
que cada dos por tres se enciende y no me deja viajar tranquilo!...
No me dejaré amedrentar por ella!...’
Obviamente, nos
quedaríamos con el coche detenido a mitad de camino por falta
de combustible. Y aunque este ejemplo parezca casi risueño por
lo absurdo, es, sin embargo, lo
que a menudo hacemos con el miedo en el nivel psicológico.
La pregunta que surge a
partir de esta observación es: ¿por qué actuamos
así? Lo que ocurre es que se nos ha explicado, y hemos
aprendido, qué particular carencia señala la luz roja
del combustible , y qué hacer para resolverla. Pero
en el plano psicológico, en cambio, no sabemos qué
hacer con el miedo. No sabemos qué carencia señala ni
qué hacer para asistirla. Es
necesario, pues,
realizar un aprendizaje a fin de
aprovechar la emoción de miedo del
mismo modo que lo hacemos con la luz roja del combustible.
GALLINA,
GALLINA...POPOPOPO!!!
La idea de la cobardía
nace de un supuesto
equivocado: que todos disponemos de los mismos recursos para
enfrentar los peligros,
y que algunos, a pesar de contar con ellos, no los enfrentan. A éstos
se los llama cobardes. Por lo tanto sí existe la cobardía
desde esta perspectiva, pero repito, nace de un supuesto equivocado;
veamos un ejemplo:
Puedo disponer de recursos de un
valor mil, y si estoy rodeado continuamente por peligros de valor
cinco mil, viviré continuamente con miedo. Por el contrario,
puedo contar con recursos de un valor diez, y si estoy expuesto
regularmente a peligros de un valor cinco, prácticamente no
conoceré el miedo.
¿Dónde quedan la
cobardía o la valentía ante lo anterior?: se
disuelven como conceptos pues cesan en su validez. Bajo esta premisa
se confirma la teoría que cada uno lleva la montaña en
su interior a través de sus propias posibilidades.
Metáfora:
Otorguemos un valor de
recursos para subir a una montaña. Por ejemplo si el Almanzor
tiene valor 10, (vamos
a decir standard, porque dependiendo de la época del año,en
cada montaña, será más o menos necesario
disponer de recursos que modificarían el valor )y
la Midi d´Ossau tiene un valor de 15, ¿podríamos
afirmar que posee más valor el que sube a la Midi que el que
sube al Almanzor?
Respuesta: No. Porque el
valor se medirá a partir de la disposición de recursos
del sujeto y no a partir del valor de recursos de la montaña.
Así un sujeto con disposición de recursos 10 que suba
al Almanzor tendrá más valor que otro sujeto que suba
a la Midi pero su disposición de recursos sea de 50.
Si tomamos como correcta
esta premisa, podremos afirmar que para subir una montaña
debemos poseer los recursos necesarios que demanda cada una de ellas.
FUNDAMENTAL EN
ESTA TEORÍA
“RECONOCER QUE UNO CUENTA
CON LOS RECURSOS FORMA PARTE DE LOS RECURSOS NECESARIOS.”
Lo que ocurre en la montaña
es que uno ve a personas que disponen, o no, de recursos para
enfrentarse a la amenaza que se les presenta. También
comprende que si quien se retiró desarrolla los recursos
necesarios, inevitablemente se enfrentará a la amenaza de la
cual se alejó. Y su opuesto: si quien se enfrentó a
ella no hubiera tenido los recursos de que dispuso, habría
sentido miedo y se habría retirado. ESTO ES SUMAMENTE
IMPORTANTE.
‘¡YO
NO TENGO MIEDO!’ pero el miedo no se puede tapar o esconder...
¡¡¡¡¡¡MUÉSTRALO!!!!
de lo contrario puede resultar muy peligroso...
Puede ocurrir que uno,
efectivamente, no sienta miedo porque no experimenta situaciones en
las que existe una desproporción entre la amenaza y los
recursos. Es una posibilidad absolutamente plausible. Pero también
puede ocurrir que una persona vaya
anestesiando la percepción de su miedo,
poco a poco( ej “yo he subido el mont blanc”..., “conozco esta
montaña porque la he subido otras veces”
Ya no registramos el miedo y frecuentemente desemboca en el:
‘¡No tengo miedo!’.
Al no contar con esa señal,
intentamos la acción que tenemos delante sin
reconocer previamente qué recursos son necesarios para
hacerlo. Quien así actúa
es sumamente peligroso para él y para el grupo que le rodea.
Anestesiar el miedo es como cubrir
la luz roja del combustible, para que no se vea...(buffff que mal
pinta entonces...)
REFRÁN:
‘El miedo no es tonto’.
Está detectando una desproporción entre la magnitud de
la amenaza y los recursos con que contamos.
El aspecto miedoso se calma
cuando es escuchado con respeto, y
cuando siente que lo que dice es genuinamente tomado en cuenta.Cuando
se ingresa más hondo en él se comprueba inequívocamente
que el aspecto miedoso no quiere
vivir con miedo.
¿COMO
PUEDO CURAR MI MIEDO?
Partimos de: EL MIEDO MALO
Y EL MIEDO BUENO ///IDENTIFICALO!!!!!!!
EL MIEDO
DISFUNCIONAL es aquel que angustia,
inhibe, desorganiza y bloque la posibilidad de experiencia y
aprendizaje.
Por el contrario, el MIEDO
FUNCIONAL es aquel cuya angustia es
utilizada como señal que muestra una desproporción
entre el peligro a que nos enfrentamos y los recursos de que
disponemos, y que además pone
en marcha la tarea de reequilibrar tal desproporción.
Curar
el miedo, entonces, es transformar el miedo disfuncional en miedo
funcional.
Los tres momentos del miedo:
a)
contacto
con la amenaza;
b)
respuesta
de miedo;
c)
reacción
interior hacia el miedo experimentado.
Si uno NO COMPRENDE EL MIEDO Y ES
IMPACIENTE, suele creer que la retirada, o no alcanzar la cumbre,
siempre significa fracaso.
Cuando la retirada surge de un
acuerdo interior, no la experimentamos como fracaso sino como parte
del derecho que nos asiste a elegir las condiciones más
propicias para nuestro desempeño.( recordad!!!
teoría valor de recursos de un montaña versus valor de
recursos de los que dispongo)
El
I Ching
dice al respecto:
‘No es
fácil entender las leyes de una retirada constructiva. (...)
Saber emprender correctamente la retirada no es signo de debilidad
sino de fortaleza’. ( esto es lo más difícil sin
ninguna duda, felicidades Chato)
“Así
es – dijo Sancho- pero tiene el miedo muchos ojos, y ve las cosas
debajo de tierra, cuanto más encima es el cielo.” M.
Cervantes Saavedra en el Quijote
“Me pongo a pensar en cuantas
ascensiones no he tenido miedo, y repaso una por una, desde la
primigenia al Almanzor hasta la reciente cumbre del Mont Blanc y en
todas ellas, en absolutamente todas, he sentido miedo, por lo que
desde mi modesta opinión, siempre debemos escuchar a este
genial compañero....una última cosa: “ El miedo es natural en el prudente, y el vencerlo es lo valiente”...
montañex