Todo cuadra esta vez para todos, y con el aliciente de
tiempo inmejorable, -según para qué dirían otros-, ponemos rumbo hacia el País
de las Montañas de nunca jamás, GREDOS. En esta ocasión, y siguiendo en nuestro
afán de experimentar nuevas rutas, realizamos la ruta de las Lagunas, o más
bien una variante, qué más da…el placer de una ruta solitaria ha colmado
nuestras previsiones y la amabilidad de los refugios que salpican la sierra,
hace que todo sea cómodo y reconfortante, pues estas vetustas construcciones
tan alejadas de cualquier atisbo de civilización, dan buen sentido al
caminante. Vayamos por partes; seremos 5 esta vez y vendremos de 3 puntos
diferentes, Madrid, Badajoz y Don Benito y cuadrar nuestros horarios en un fin
de semana tan esperado resulta menos complicado de lo que parecía a priori. Llegamos
al punto de inicio de nuestra ruta, La Nava del Barco. Dejamos en coche en la dirección
adecuada y empezamos a caminar. Celso viene perjudicado…febril, pero aún así se
anima a intentarlo, dormirá en el refugio y mañana valorará su estado, después
de todo venir conduciendo sólo desde Madrid, bien merece un intento.
Iniciamos la ruta y el recorrido es muy cómodo vas paralelo
al río hasta que cruzas el Puente de las Juntas o Yuntas y sigues la misma dirección
obviando los dos caminos que te salen a mano derecha, que serán por los que
volveremos el domingo. Nuestro hitos son los PR-AV-39 y está muy bien señalizado todo el camino
hasta la laguna de la nava, así que no hay posibles pérdidas o embarques. Tras
pasar una puerta metálica se abre un poco el camino y al cabo de una hora
llegamos al refugio de Navacasera a 1485m. Ya es de noche, tomamos aposento en
tan magnífica estancia y estamos como Dios, para qué mentir; la temperatura
fuera es ideal y se ve todo el manto de estrellas, con ese brillo especial que
dan las sierras. Nos alimentamos como romanos sabedores del día que nos espera
mañana. No habrá dificultad pero sí algo de esfuerzo; el ir con mochilas entre 12
y 13 kilos nos hará ir tranquilitos por sitios que no entrañen dificultad
alguna para el grupo. No conocer la zona siempre nos da mucho respeto; pero
llevamos gps y mapas, así como equipo, y tenemos la ruta bastante diseñada.
Nos levantamos y cuesta hacerlo; nos ponemos en marcha a
caminar y Celso al rato se nota sin fuerzas y decide abandonar y darse la
vuelta. Ha venido hasta aquí para intentarlo, pero se nota sin fuerzas y en un
estado muy perjudicado. Qué orgulloso estoy de este tipo de decisiones que no
hago como propia, pero que aplaudo desde la corta distancia. Su sueño consiste
ahora en bajar dos horas y otras dos de coche para llegar a casa y descansar
meritoriamente su intento.
Al rato cruzamos el río y la garganta pasar por un pequeño
altar en el que no hay nada ( había leído que había una virgen). El camino pasa
por pozas preciosas y se empina algo hasta llegar a una travesía que obliga a
calzarse los crampones y acceder, ya sí, a la laguna de la nava donde hacemos un alto. El día es francamente
bueno, todo está aún por hacer y sin perder más tiempo, iniciamos la subida por
un corredor a mano izquierda en dirección este, que describe una media
circunferencia sobre la laguna de la nava y que recibe el nombre de Corral del
Diablo al parecer. La loma no cede y vemos un collado que parece no dejarnos
alcanzarle. Vamos siguiendo una huellas de esta mañana y al poco nos cruzamos
con los chicos, 3, que bajan del Alto Corral del Diablo. Bingo! Para allá vamos
por lo que seguimos su huella abierta,luego habrá que descender y pasar por una
ancha arista hacia las inmediaciones de Portilla Honda y descender hacia la
laguna del Barco, estos pasos sobre nieve virgen. Seguimos subiendo y llegamos
arriba; francamente todos hemos disfrutado mucho, se nota en nuestras
caras…comemos, yo diría que copiosamente y hacemos fotos de perspectivas
inéditas para nosotros; me doy cuenta de muchos detalles aquí y encajo mapas
sin completar que tenía en mi cabeza de la zona occidental de gredos…a 2356m
iniciamos el descenso hacia Portilla Honda obviando el más que apetecible Pico
Mosquito y su travesía fácil hacia la laguna?...esto nos echa para atrás por el
estado de la nieve en un día como hoy; un día frío con un poco más de dureza
quizá sí, pero hoy nuestro sentido común nos dice que el riesgo de provocar un
alud al bajar estas laderas vírgenes a nuestros ojos y pasos, es más que
probable así que habrá que buscar el sitio más cómodo incluso si esta opción
incluyera seguir ascendiendo.
Con las ideas claras bajamos a un collado que da inicio a la
arista,y retomamos el ascenso por un paso muy ancho y seguro, el cual nos deja
en una zona sucia de nieve con roca muy descompuesta y que tras examinar unos
cuantos metros, decidimos poner marchar atrás, puesto que portilla honda desde
aquí, se ve muy empinado, con un muro que desconocemos el estado de su hielo
nieve. Crestear por la arista que continúa en dirección Oeste y más tarde
Noroeste nos dejará en un paso mucho más cómodo y seguro para nuestras
intenciones, que no es otra que la de llegar sanos y salvos al refugio. Descendemos
separados prudencialmente y en un plis plas llegamos a la laguna del barco, no
sin antes quedarnos embobados con el juraco, la covacha y las azagayas. Pronto
volveremos, pienso. El circo de esta laguna es majestuoso y la estampa
magnífica aunque se aprecie la mano del hombre detrás, en una represa
construída en el lago. Otro detalle bello es el verde esmeralda de sus rocas,
se puede observar muy bien en todo el entorno del circo.
El primer refugio que
hay al lado de la laguna no nos agrada y decidimos bajar algo más porque ahora
el paseo es inmensamente plácido pese al esfuerzo realizado; ahora voy
flotando, con unas sensaciones magníficas, el tiempo en estos instantes sólo se
mide por su belleza, por sus emociones…y no por sus horas.
Seguimos bajando ahora abriendo y cerrando cancelas
cuidadosamente y llegamos a nuestro destino, el Refugio o chozo del Tío
Anselmo, en el que al poco de estar allí, te sientes como en casa. Estamos a 1640m
y hemos hecho 1100+ y 840 -,en 9 horas en movimiento, las paradas han sido
largas, pero ha salido lo que queríamos, un día largo para disfrutar;
francamente estamos mejor de lo que adivinábamos y cenamos como reyes; es
increíble el porcentaje de peso de la mochila que algunos dedicamos al tema
alimenticio. Nos echamos pronto y nos levantamos pronto también.
Nos da pena irnos y nos da pena que la travesía se acabe,
por eso estiramos nuestra estancia al máximo por la mañana en las inmediaciones
del refugio, pese a levantarnos temprano. Charlamos con 3 montañeros del club Azagayas
del Barco que se dirigen a la Covacha. Nos recuerdan a Pepe de Béjar,
relatamos. Uno de ellos los trae a los otros dos a toda caña( gesto que
adivinamos en sus caras) y se mueve y habla sin parar. Iniciamos el descenso no
por el camino que va hacia el Puerto de Umbrías, que era por el que venían
estos montañeros sino el recorre toda la
garganta que bajamos, que es la de Galín Gómez creo…vamos paralelos por el
margen derecho de la garganta primero, después río…andamos por una buena pista(con
muchas regaderas) que deja un pinar a mano izquierda, poco después de pasar una
fuente… y llegamos al sendero que bifurcaba los caminos al inicio de la ruta y
que obviamos, cruzamos el puente y ahora sí llegamos a la Nava del Barco donde
disfrutamos primero en el bar del pueblo de unos inmejorables pinchos de la
zona( patatas meneás, morro…) sitio altamente recomendable y luego fuimos al
Barco de Ávila a poner buen punto y final con un chuletón Avilés en La Pineda,
que no resultó ser tan estrella como creíamos.
Gracias a Caco, Chato, Celso y Daniel por compartir estos momentos.