martes, 21 de agosto de 2012

Chamonix to sky Day 6



CHAMONIX TO SKY DAY 6


A las 7:00 a.m. nos levantamos. Las rutinas para hoy son las establecidas ayer. Ya no hay más cambios. Ya no elaboramos otro planning. El plan para intentar subir es inmejorable. Sólo tenemos tres incógnnitas que resolver; la primera si llegaremos a Tete Rousse antes de que entre el frente tormentoso que dan hacia primera hora de la tarde de hoy; la segunda será saber si el viernes podremos subir del Tete al Gouter, ya que durante todo el día es malo, pero un pequeño parón en el mal tiempo nos podrá posibilitar un ascenso rápido en unas 3 horas al siguiente refugio; y la última es saber como se va a comportar el viento el día de cima ( sábado), a día de hoy ( jueves), dan 80 km/h a partir de la Isobara 4000. Con esta información nos levantamos el último día en el camping.
Estamos muy contentos. Desmontamos la tienda, ordenamos todo, nos duchamos ( la última vez en muchos días) y dejamos atrás el Camping Ils de Barrats que tan buenos momentos nos ha ofrecido. Además de su imponente vista al Mont Blanc, ofrece paseos para el recuerdo rumbo a Chamonix. Tras el desayuno matutino compuesto de leche y fruta partimos hacia Saint Gervais, para coger el TMB desde Le Fayet hasta Mont Lachat debido a que el tramo hasta el Nide d´Aguile está en obras. Cuando llegamos a la estación visitamos el water y nos entretenemos dando un garbeo. Cuando estamos delante de la francesa que expide los billetes nos alerta que en 5 minutos sale el tren y que el próximo saldrá dentro de 2 horas. Son las 9:20. Corremos a toda prisa al coche al tiempo que Caco se cerciora que estamos bien aparcados. La señora de la estación nos dice que no, pero la francesa que nos atiende nos dice que sin problemas. La hacemos caso a ella. Bendita francesa. Llegamos justo a tiempo para coger el TMB. La mochila la haremos durante el trayecto en tren. Sacar el material del coche ha sido una maniobra especialmente desordenada. Verificamos todo el material y los equipos. Está todo. Estamos listos.
Durante el trayecto en el TMB hacemos fotos de los glaciares y del paisaje en general. Le fayet, Saint Gervais, Col de Voza, Bellevue y Mont lachat. Hemos realizado el trayecto hasta aquí 1928 msnm en un tren cremallera mítico. Es increíble las pendientes que sube; parece un montañero más. Nos bajamos del tren. Ordenamos nuevamente nuestro equipaje y distribuimos cargas. El hecho de no poder subir hasta nide d´aguile nos genera un doble problema. No podemos partir desde la cota 2364 sino 400 metros más abajo, y lo peor de todo es que no podemos seguir la vías del tren hasta el nide d´aguile porque avisan de fuerte multa y en cambio tenemos que dar un rodeo por Le Oerochon para subir hasta Forestiere – les Rognes , a 2768, que son 850 desde donde estamos, para bajar, perdiendo metros hasta el desierto de Pierre -Ronde, y luego volver a subir por la empinada loma que conduce al Tete Rousse. Además es un itinerario alpino señalado en un claro color rojo. En realidad toda la ruta desde el Tete va marcada en rojo por lo que no nos asustamos. Partimos a las 10:40. El camino está muy marcado y esto nos tranquiliza. A pesar de ser un recorrido alternativo, estamos en el mont blanc y aquí viene mucha gente, pienso. Vamos por un camino que serpentea ligeramente hacia arriba. Jugamos a la goma con un inglés que va con sus dos hijos. El piolet tiene pinta de ser el que utilizaba cuando era joven porque es de madera y con un diseño vetusto, antiguo, de lo más clásico visto por mí nunca.Poco a poco vamos dejando abajo, cada vez más abajo, Chamonix. Vamos cargados como burros;Caco empieza a notar que no está del todo recuperado de sus problemas musculares; llevamos una cantidad ingente de comida por si nos falla algo en los refugios; geles, sales, barritas, hidratos, y agua; agua porque por cada botella nos ahorraremos 5 euros arriba; partimos con dos cada uno; una la gastaremos subiendo y otra allí relajados; luego todo será agua de pago a precio de oro. Pero allí el agua es la vida y no podremos renunciar a ella. Por el camino hacemos bastantes paradas; de pronto cuando llegamos al alto de Forestiere, empezamos a divisar bancos de niebla que entran por el norte. Pensamos en el pronóstico de tormenta que dan por la tarde. Quizás se haya adelantado porque son las 13:15. Quizás no y nos de tiempo a llegar. De repente se pone a llover. Nos miramos y sabemos que ya no habrá más paradas hasta el refugio. La intensidad de la lluvia aumenta al mismo tiempo que la pendiente. La lluvia cesa. Caminamos. Vuelve a llover pero ahora con más fuerza. La loma empinada por encima de los 3000 se empieza a notar. Pasamos a un sueco que va con su chica. Va más cargado que nosotros. Miro el altímetro y estamos ya a 3120. Queda poco para el refugio, mascullo para mis adentros. Empieza a medio granizar cuando divisamos el refugio. Hay que atravesar un campo de nieve, con buena huella. El viento es ahora simplemente horroroso. Llegamos al refugio cuando son las 14:40 y nos sentimos aliviados... Me presento y me atienden gentilmente. Nos dan dependencias y una vez todo colocado nos sentamos a comer algo y a hidratarnos. El ambiente es genial; el sol entra por el salón, ya no llueve. Es alucinante lo cambiante que es el tiempo. Empezamos con sol, tuvimos niebla, lluvia, medio granizo nieve, viento y ahora otra vez sol.

El refugio Tete Rousse está bien. Los refugios son todos muy parecidos y éste guarda una cierta similitud con el de Respomuso puesto que hay habitaciones amplias y un comedor donde descansar relajadamente. El salón se ofrece con grandes cristaleras que te hacen recordar por momentos en donde te encuentras; los baños limpios y las habitaciones muy compensadas en cuanto al número de personas que duermen en ellas; nosotros dormimos en una de14 personas y resultaba amplia y cómoda para dormir. Reconocido el lugar donde nos hallamos bajamos a dormir un poco. A los tres nos cuesta conciliar el sueño, de hecho tenemos microsueños y nos despertamos rápidamente. Es el momento en que más noto la altura. La quietud del momento unido a que aun no estamos del todo aclimatados hace que nos tengamos que concentrar en respirar bien para dormir. Yo no pego ojo pero descanso algo. A Caco y Chato creo que les pasa lo mismo.

Subimos de nuevo al salón y salimos fuera a excusear. Inmortalizamos el momento y hablamos de la importancia de beber al menos 4 litros al día. Entramos de nuevo y conocemos a unos vascos que están en la mesa de al lado. Este será un momento importante en nuestro intento de subida. Chato rápidamente conecta con ellos gracias a su euskera. Se llaman Andoni, Asier e Iván. Son de Bilbao, la capital del mundo y vienen a hacer lo mismo que nosotros, intentar subir el sábado. Tienen reserva el viernes en el Gouter pero hoy duermen en tienda. Nos cuentan que vienen de aclimatar en el Monte Rosa y que se quedaron a 120 metros de la cima tras una buena caminata 8 horas hasta el punto donde se dieron la vuelta; vienen por tanto fuertes a por el Mont Blanc. Hablamos y hablamos con ellos. La afinidad entre ambas cordadas se palpa. Son unos tíos como nosotros, versión vasca. Han hecho como es de suponer sus pinitos antes de venir aquí; pero es la primera vez que vienen a los Alpes al igual que nosotros.

Al poco nos sentamos a cenar; son las 19:00 y la mesa la compartimos con los mismos que compartimos el cuarto y litera. Son dos Aussies, viejos zorros de montaña que ya escalaron hace 13 años el mont blanc y que quieren repetir haciendo la bajada por la travesía de los cuatromiles. Nos cuentan que han hecho el Monte Cook (monte especialmente difícil por su clima), Kilimanjaro, Karakorum( trek del baltoro)... unos tíos con mucho mundo pienso. Hablamos con ellos sobre las costumbres de su pais, la mejor época para visitarlo, la comida, las ciudades, de Tasmania, de Nueva Zelanda...por unos momentos viajamos con nuestra mente a ese maravilloso pais que algún día espero conocer.

Después de la cena conocemos a un simpático y veterano guía francés que nos pregunta ¿españoles?- A lo que contestamos – Sí y Tú?.- Franchute- nos responde- y no podemos hacer otra cosa que soltar una carcajada. El tipo es excepcional; tiene unos 55 años y lleva trabajando mucho como guía; por supuesto ha viajado a todos lados, Everest, GII, Andes, ... y está casado con una española por lo que le noto cierta simpatía hacia todo lo español. Le caemos muy bien porque dialoga con nosotros toda la poscena. Bromea todo el rato como si fuera Mrs Bean. Él está guiando a un grupo de americanos con otro guía y nos advierte que mañana tengamos cuidado; dice que abrirá en algún momento durante la mañana pero que hay que esperar, ser prudentes e ir con cuidado puesto que el pasaje hasta Gouter es complicado. Le damos las gracias por sus consejos; se nota que vienen de una persona muy sabia.

Observo que Chato ha formado una mesa Montañex. Para eso no hay nadie como él. Estábamos sentados con el trío vasco cuando Chato se convertía en el centro de atracción de la mesa y casi del refugio. De repente se une un Guía argentino a la mesa. Al poco lo hace el guía Franchute dando consejos al guía argentino. El guía argentino es Martín Heredia “Jimmy”. Nacido en Chaltén. Es decir nació enfrente del Fitz Roy o Cerro Chaltén para los argentinos. Y destacar de su curriculum el ascenso en travesía a las Torres del Paine, o el ascenso por la ruta del compresor al Cerro Torre. Ahí es ná...teníamos delante a uno de las pocas personas del mundo que puede mostrar sus galones con sólo pronunciar 4 palabrejas. Nos habló de cosas verdaderamente interesantes; el vive en Chaltén, que es donde están los Campos de Hielo de la Patagonia Sur. Allí la autopista helada abarca 90 kms de ancho por 300 de largo. Nos decía que a pesar de ser un Glaciar era un glaciar relativamente joven debido al hecho de que se encontraba expuesto a fuertes vientos y nevadas durante una época del año, pero en cambio otra época que cada vez era mayor, el hielo se derretía. Lo que pasaba es que las capas de hielo depositadas en superficies tenían un ciclo corto de vida hasta ser nuevamente derretidas, y que ese tiempo cada vez era menor. Conclusión: según estudios a través de sondeos de hielo y demás estimaban la antigüedad del hielo patagónico en unos 700 años por los 3000 o 4000 del macizo del mont blanc.

Él guiaba a dos clientes malayos. Debido a que era de habla hispana con orígenes en León España y no Italia como muchos argentinos, congeniamos bien. Nuestro carácter le gustó; tipos ruidosos y pardillos con una ilusión desbordante en sus miradas. Echaba peste de sus clientes. Decía que no sabían caminar, palabras que sonaron profundamente en lo más hondo de mí. No saber caminar era una cosa sencilla a priori. Nos hablo de la calma, de la seguridad, de la importancia del autocontrol, del saber evaluar una situación, de sabver distinbguir entre lo objetivo y lo subjetivo. Aprendimos mucho de él. Le contamos el plan y le parece bueno. Dice que el día de cima, hay que ir tranquilos. Nos habla con una serenidad pasmosa a pesar de tener nuestra edad. Se nota las batallas que tiene que haber pasado; tiene pinta de haber lidiado con lo extremo en un ejercicio de lo más habitual.

Nos quedamos con los vascos y decidimos intentar subir mañana juntos. Hemos congeniado muy bien y a estas horas parecemos ya una sola cordada. Nos podremos ayudar mutuamente para orientarnos en la vía y a todos nos parece buena idea. Ellos salen a dormir a la tienda. Hace una noche de perros. Pienso que ellos van a empezar a vivir la aventura desde ya, porque dormir con este viento...Nos retiramos a dormir como siempre los últimos del refugio. Son las 23:35. Entramos en el cuarto y un trío de americanas no hace más que reirse. Las reconozco en la oscuridad y son las que guía el franchute. Se ríen por como ronca uno de los malayos. Hacemos la clásica onomatopeya contra ronquidos y parece que no funciona. Da igual, estamos muy cansados y nos dormimos profundamente.

Antes de dormirme analizo la situación en la que nos encontramos y sólo veo cosas positivas. Nos encontramos fuertes y descansados, con poca tarea para mañana sólo 650 de desnivel por lo que estaremos descansados para el día de cima y la ilusión y las ganas permanecen intactas, es más diría que han aumentado tras el día de hoy en el refugio. Pienso que es bastante seguro que al menos podamos intentarlo.



                                          Fotografías Chamonix to sky day 6


                                            Tranway du Mont Blanc









                                        
                                     Subiendo desde Mont Lachat hacia al Tete Rousse















                                          Refugio Tete Rousse















                                         Glaciar de Bionassay y pared de Gouter











                                           Cena en Gouter con Aussies, lentejas, pollo y puré de patatas...






                                         Martín Heredia y cordada vasca: Andoni, Asier e Iván





                                        FIN CHAMONIX TO SKY DAY 6






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