Nos levantamos a las 5:50a.m. Ayer decidimos levantarnos con tiempo para no ir con prisas. Nos pertrechamos al tiempo que nos bebemos 1 litro de leche cada uno de esa de las de antes. Vamos cargados con todo el material prácticamente. Andamos mientras amanece en el valle, camino de coger el telecabina en la estación del Aiguille du Midi.
LLegamos a las 6:45 y la cola es considerable. Rápidamente adoptamos posición en la cola mientras Chato retira tickets de subida y bajada. Son 47 € así que ya nos vale el paseíto a casi 4000 metros. Por las pantallas de la estación renovada leemos que se cierra el tránsito momentáneamente. Nadie puede salir hasta que amaine el viento. Hasta las 7:50 no sale el primer telecabina y nosotros iremos en el segundo 15 minutos después. Pienso que se nos escapa la posibilidad de subir al hombro del Tacul, porque cada minuto que pasa, el sol calienta la noroeste del Tacul. Da igual, lo importante es estar allí arriba pienso.
En la cola conocemos a unos Vascos. Hablamos con ellos un rato y me doy cuenta por primera vez, que hay gente más pardilla que nosotros. Son unos tíos estupendos. Hablamos del Multipass que tienen de 2 días no consecutivos (78€) al que yo no le veo ventajas, a menos que se cuente 100% con tiempo excelente. Hace dos días subieron al Midi pero no se atrevieron a bajar por la arista y hoy tampoco se atreverán como sabremos más tarde. De hecho su plan para hoy es hacerlo desencordados. Les informo que no he leído nunca sobre tal maniobra en la arista. Me miran incrédulos.
Los oídos se taponan al subir. De repente llegamos a la estación intermedia entre la niebla. Atravesamos la misma, y nos subimos al siguiente telecabina; observamos las paredes que flanquean el Midi, es impresionante las historias que cuenta este macizo; por un momento quedo absorto pensando en lecturas pasadas sobre hazañas en los Alpes...
LLegamos al Aiguille du Midi. Estamos a 3817metros. Subimos unas escaleras y nos dirigimos hacia la cueva pero antes, en la pasarela, tomamos conciencia de los que nos espera, al tiempo que Chato ha desaparecido buscando urgentemente un baño.Caco y yo nos ponemos los crampones, bebemos y nos echamos un poco de protección. Al poco llega Chato y repite ritual. Ya pertrechados salimos a la cueva de hielo. El sol resplandece en la caverna pétrea. Nos disponemos a realizar la bajada y antes debemos encordarnos. Les informo de cual será la técnica. El más experimentado deberá ir el último bajando para poder controlar la maniobra de los demás. Con tres, al menos hábil lo protegemos en medio. Chato me está mirando como si no hubiera entendido nada. Ato a Caco a un extremo y Chato se anuda en medio de la cordada. Nos asomamos a la arista. Al principio hay un resalte un poco pino para hacerlo de cara al valle y dudamos en cómo afrontar ese paso. Acojona bastante para ser sincero. Se ve que es fácil pero también se ve que no permite ningún tipo de error. Chamonix está allí abajo, a un lado de la arista, pero a casi 3000metros de donde nos encontramos. Pensamos un poco y decido ir primero y Caco vaya de último. Le digo que se las tendrá que apañar tirándose al otro lado de la arista si hubiere problemas. Me mira con cara de Rock ´n ´roll y me dice que "por supuesto, no te preocupes". La verdad es que prefería ir primero para asegurar el ritmo en el descenso, asegurar cada paso si es necesario y por ende el de mis compañeros.
La salida es imperial; supongo que imperial para unos pardillos como nosotros, a juzgar por la cotidianeidad con que la hacen los guías. Vamos bajando poco a poco. Tengo la percepción de ir muy lento; me da igual puesto que lo que quiero es llegar abajo, pienso.Pasados 10 minutos nos relajamos, puesto que la arista ahora se ensancha y parece una autovía a pesar de no tener más de un metro de ancha. Hacemos vídeo e inmortalizamos el momento. Seguimos bajando al valle y cogemos a una cordada que va con guías. Nos ponemos detrás de ellos. Van hacia la Fourche, creo.
En estos momentos vamos flotando por el Valleé Blancheé. Vamos encordados y nos encontramos el primer obstáculo en forma de morrena empinada. Los guías se paran y hablan entre ellos. Hay que hacer una travesía en diagonal. Podrían ser 150 metros, pero este tramito se las trae. Hay patio y una grieta que recorre longitudinalmente la inmensa base de esta loma helada. Una pequeña rimaya defiende su tímido asalto. Superada la rimaya enfilamos la arista y llegamos arriba. La ruta vira ahora hacia la derecha. Enfrente tenemos una pared de roca de unos 30 metros, una pequeña bajada y otra pared de unos 100 metros. La roca se ve en muy buen estado, ni mojada, ni hielo y arriba hay un sol espléndido...debe ser que hoy son las condiciones para hacer esta vía porque la mayoría de la gente del valle hace esta ruta. Mascullo la idea de seguir hacia adelante, pero la mayor parte de la gente va con guía y nosotros no, no conocemos el itinerario que vamos a realizar y calculo que será por lo menos IV grado y a 4000 metros, demasiado. Game over.
Nos sentamos, bebemos nuevamente y vamos hacia la vertiente del Tacul. Queda bajar la diagonal; la nieve está reblandecida. Voy de primero y les advierto que no se confíen que el pasaje es delicado. Sencillo técnicamente pero muy expuesto. Repetimos al unísono "donde el error deja de ser una opción". Hemos bajado desencordados y desde abajo filmo e inmortalizo el momento con instantáneas. Un numeroso grupo se ha cruzado con ellos en el tramo final de la bajada y se ha formado un buen atasco. Nos juntamos y seguimos en dirección al Tacul. Al poco llegamos y paramos a comer, admirando la norte. Cuántas historias de hazañas y desgracias ( sin saber lo que pasaría 7 días después) he leído sobre esta inmensa loma, indómita, salvaje.
Nos reclinamos y permanecemos semitumbados. Notamos y mucho los efectos de la altura. Pasan helicópteros constantemente de un sitio a otro. Nos quedamos casi adormecidos y doy la voz de alarma. Nos está pasando lo mismo a los tres; pequeñas apneas se producen durante el sueño y hace alertarnos para no quedarnos tan parados a esta altura, después de comer y a pleno sol. Nos hidratamos de nuevo y nos ponemos en marcha de vuelta pero antes pararemos en el Refugio de los Cósmicos. La altura se sigue notando, pero en movimiento parece que se nota menos. Los 150 positivos que hay desde nuestra posición al refu se notan. LLegamos, fotos de rigor y salimos. En la puerta ha llegado una persona que sangra abundantemente por la nariz. La sangre que se le cae en la nieve contribuye al espectáculo visual. Es una escena un poco Almodovariana diría yo.
Enfilamos la estación de nuevo. Bajamos y luego remontamos para empezar la subida; son 350 metros. Pasamos al lado del grupo de tiendas que suele haber en el valle. Vemos ondear una bandera española. Hace un rato que jugamos a la goma con una pareja y su guía que van delante. El camino se bifurca ellos suben por un sitio más directo y más corto; nosotros elegimos uno un poco más largo pero más tendido. Los encontramos de nuevo detrás nuestro justo antes de empezar la arista. Me hago el remolón y los dejo pasar. No hay nadie en la arista y prefiero una huella en la arista. El guía se mete en la arista con sus dos clientes. Nosotros vamos justo detrás. Este tramo subiendo no asusta ni la mitad que bajando, pero aún así subimos despacio, admirando el flanco oeste. Pasito a pasito estamos de nuevo en la cueva de hielo, nuestro punto de partida. Al llegar arriba estamos eufóricos. Bebemos nuevamente y visitamos un poco la estación. Hay una tienda de souvenirs y compramos un parche como si quisiéramos buscar un sello de nuestra experiencia vivida aquí.
Nos montamos de nuevo en el telecabina y son las 17:30 cuando llegamos abajo. Hemos hecho 680 positivos y 680 negativos. Sin embargo me encuentro cansado, seguramente porque a casi 4000 que estamos tampoco se descansa mucho y más nuestros cuerpos no aclimatados. Cuando salimos del telecabina un grupo de Japoneses nos echa fotos en la estación. La misma actúa de improvisada pasarela de alpinistas para ávidos Japos que inmortalizan el momento.
Dirección al camping digerimos la aventura realizada. Personalmente me ha parecido un paisaje muy salvaje, más de lo esperado, con grandes seracs que cuelgan de las vertientes del Tacul y del Maudit, una enorme estepa nevada que oculta grietas que te llevan al infinito, huellas en todas las direcciones, sin resguardo del sol o viento y lo peor de todo es que el tiempo cambia en pocos minutos de forma considerable como hemos podido apreciar en la arista. Subiendo mirábamos al valle y ya lo cubría una densa niebla que dificultaba la orientación.
Ducha relajante y de nuevo en marcha. Chato y Caco están decididos a un 2º festival gastronómico de saboya. Antes miramos el tiempo y vemos que para el sábado a la mañana dan SOL!!! Estamos un poco nerviosos les digo que la historia será hacer actividad potente mañana y el jueves descansar para ir a Gouter el viernes a dormir. Están de acuerdo. Es curioso; cada 24 horas redactábamos un nuevo plan para las próximas 48 horas. Vamos andando por las calles de Chamonix buscando restaurantes para cenar. Deambulamos de un sitio a otro mientras pienso que el sábado dan bueno; tanto tiempo esperando, con la reserva hecha hace más de un mes y resulta que el martes por primera vez desde que estamos aquí dice que el sábado va a hacer sol. No hemos visto ningún sol en los partes en todos los días que llevamos aquí. Eso sí, dan 80 km/h a partir de la isobara 4000. Y hay una evidente señal de peligro que acompaña esta información.
Me alegro de tener reserva en el gouter para dormir el viernes de forma infinita. Cenando nos ponemos nuevamente hasta arriba. Raclette, burguer y pasta regada con rica y cara cerveza. Antes hemos montado un buen pollo con la camarera porque es más cerrada que un alemán a pesar de ser francesa. Le hemos pedido raclette al centro y dice que tiene que ser para una persona; le decimos que la queremos compartir y dice que n o es posible; le preguntamos si es posible tomarla de forma individual ya que hay algo que no entendemos; nos dice que sí que no hay problema.En ese momento Chato da con la solución. "Caco que traiga Raclette para uno y luego lo compartimos". Problema solucionado. Cuando la camarera nos ve compartir pone cara de no habernos entendido. Cenamos a tope y nos levantamos poco después hacia nuestro habitual paseo por Chamonix. Nos sentimos superllenos, cansados, casi sin poder digerir el banquete que acabamos de ingerir. Juramos cambiar de dieta para los próximos días. Pasta, leche y fruta será nuestra dieta en adelante.
Comemos un helado para intentar facilitar la digestión pesada en la que nos hemos embarcado. Volvemos al camping a las 23:30 para realizar un planning del día siguiente. Lo primero será ir de nuevo a ver la Meteo como no, a la maison de la montagne. Nos dormimos al filo de la medianoche.
FOTOS CHAMONIX TO SKY DAY 4
FIN DAY 4
God damned Lolillo, excelente post!!!!!
ResponderEliminarDiosssss como estaba la hamburger Savoyard ... eso sí a la fondue la siesa de la camarera le puso laxante .... argggg maldita, como me tuve que levantar en mitad de la noche a evacuarrrrrrrrrrrrrrrrrr
Por cierto estás subiendo estos posts desde el móvil??? si es afirmativo he de decir que .. Diossssssssssssssssssssssssssss que paciencia y que ganas de perder visión
ResponderEliminarGreat!!!
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